lunes, 3 de noviembre de 2008

Fidocs: los imperdibles

Hoy empieza Fidocs, la muestra de documentales que este año reúne 562 películas de 32 países en cines como la Sala UC (Alameda 390), Cine Arte Alameda (Alameda 139), Cineteca Nacional (Plaza de la Ciudadanía 26) y Lastarria 90. Imperdible es El Diario de Agustín, de Ignacio Agüero (el mismo de Cien Niños Esperando un Tren, que también se exhibe en el festival) un documental que de tan importante casi no ha salido en los medios: habla del oscuro rol de El Mercurio durante la dictadura militar. Un ataque directo al diario más influyente del país, razón suficiente como para que nadie (ni siquiera su competencia) se atreva a hablar mucho de esta película, con la que se inaugurará Fidocs. Veanla ahora, porque seguro que no se dará en TV abierta. En ALAMEDA, Sab 8, 21h / CINETECA, Dom 9, 16h

Acá otros imperdibles:

Standard Operating Procedure: detrás del horror
ALAMEDA, Vie 7/11, 21h / ALAMEDA, Dom 9/11, 19h


"No cambiaría nada", dice la ex soldado Lyndie English, mirando directamente a la cámara. English fue una de las siete "manzanas podridas", soldados sometidos a juicio luego de conocerse las publicitadas fotos de torturas en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, en 2006. Las imágenes mostraban a efectivos de EEUU sonriendo mientras posaban al lado de iraquíes muertos, torturados o en poses sexuales. Standard operating procedure (2008) es la historia de los personajes que tomaron esos retratos que darían la vuelta al mundo.El último documental de Errol Morris tiene varios rasgos en común con lo que ahora se llama su "trilogía de atrocidades", iniciada con Mr. Death (1999) y continuada por la ganadora del Oscar Niebla de guerra (2003): una situación moralmente ambigua, entrevistados que hablan a cámara y cinematográficas recreaciones, todo complementado con la banda sonora de Danny Elfman. Aunque la historia no necesita de mayores adornos: es suficiente con los escalofriantes testimonios -pagados, según ha reconocido Morris- de los victimarios. Ellos insisten en que sólo "ablandaban" a sujetos que bautizaban como "Gus" y "Gilligan", que cumplían órdenes superiores. Además, que las imágenes no eran situaciones reales de tortura, sino "poses para la foto". Los verdaderos criminales, dicen, son los que nunca fueron fotografiados ni juzgados: esos que interrogaban a puertas cerradas y luego dejaban cadáveres abandonados en la cárcel. ¿Cuánto les cree Morris? Lo suficiente como para querer ver más allá del marco de las fotos: allí donde todos dejaban de posar y donde todo fue recortado y manipulado para hacer caer a sólo un puñado de soldados de bajo rango.

Regreso a Normandía: pasado presente.
SALA UC, Jue 6/11, 21:30h / SALA UC, Sab 8/11, 19h


Ser y tener (2002) se convirtió en un sorpresivo éxito de taquilla al llevar a 1.800.000 franceses al cine a ver un sencillo documental sobre el fenómeno de las "clases únicas" en las escuelas de Francia. Cinco años después su director, Nicholas Philibert, vuelve con Regreso a Normandía (2007) aplaudida cinta que habla tanto de él mismo, como de la Francia rural y que fue descrita por The New York Times como "un extraordinario viaje a través del tiempo, la memoria y las repercusiones de un crimen desconcertante". Todo comienza con un asesinato: en 1835, un granjero francés mató a tres miembros de su familia y luego lo confesó en un largo y detallado escrito. Casi un siglo y medio después, el influyente Michel Foucault rescató el texto y lo publicó bajo el nombre de Yo, Pierre Riviére, habiendo matado a mi madre, mi hermana y mi hermano (1973). Este libro inspiró en 1976 una película homónima dirigida por René Allio, que recrea el triple homicidio en una localidad de Normandía, muy cerca de donde ocurrieron los hechos reales, con actores no profesionales elegidos entre los pobladores.Esa cinta es el génesis de Regreso a Normandía, especie de reunión del pasado y el presente de todas esas historias. Philibert fue el director asistente de Yo, Pierre Riviére... y tres décadas después llega a la misma localidad para retomar la historia de la cinta que definió su carrera cinematográfica, así como la existencia futura de los pobladores de Normandía. ¿Qué ocurrió con esos lugareños? ¿Cómo afectó al director? Y en especial, ¿qué pasó con Claude Hebert, el recluido protagonista de la antigua cinta?

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