domingo, 31 de agosto de 2008

Metro TV: la entretención total


Recuerdo que en las antiguas micros de Santiago uno podía leer esto: "La radio de este vehículo puede funcionar a un volumen moderado y siempre que ningún pasajero se oponga". Era un derecho que podía reclamarse o no, pero que existía. ¿Por qué en el Metro no está esa leyenda?

Sería bueno poder decirle a un guardia: sabe que me molesta la TV, ¿podría apagarla? ¿Por qué tenemos que estar obligados a soportar la TV encendida continuamente en los andenes y los carros? Y luego bajarse y caminar por el centro con música de supermercado de fondo... Parece que en esta ciudad, la "entretención" es un deber al que no se puede renunciar.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Estreno en Chile: 4 meses, 3 semanas y 2 días

Por Marcelo Morales

Es 1987 y el régimen de Nicolas Ceaucescu parece firme. El mercado negro permite darse algunos gustos -como fumar cigarrillos importados o usar cremas faciales-, pero fuera de ello, todos los personajes de esta cinta rumana ganadora en Cannes 2007, viven sobre una calidad moral que se mueve entre lo siniestro y lo amargo. Cada conversación termina mal y nadie es sincero con el otro. Un oscuro panorama que impresiona por como es retratado. No abundan los diálogos, sí las largas secuencias, junto a planos fijos y contemplativos que profundizan las amargas miradas.

Es ahí donde una joven estudiante ayuda a su amiga a abortar -acto ilegal que no se explica ni se ve en pantalla-, algo que a la larga hace aflorar más las humillaciones de vivir en un ambiente represivo que algún sentimiento de culpa. Eso, es finalmente, lo que hace de este debut de Cristian Mingui tan potente y excelente. Su idea no es achacarnos con alguna lección de vida, lo de él es hacer un retrato de vivir con las palabras atragantadas, de vivir con los sentimientos amarrados. Y lo logra como en las mejores películas.

(Fuente: La Tercera)